Esta mañana, en la cafetería, hemos estado hablando de esto... de los blog. Nos preguntábamos qué eran exáctamente, su utilidad y si exitirían sitios donde pudieses crear un blog de forma gratuita.
Pues sí. Si Dios existe, y sí que existe porque cuando abro mi navegador me aparece su página (http://www.google.com/), no era muy descabellado pensar que también existiera esto. Genial.
Bueno. Era simplemente una forma de comenzar, y ya lo he hecho.
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